24 noviembre, 2013
Beowulf. David Rubín. Santiago García.
Kilo de carne roja este Beowulf.
Obra adulta y seria sin concesiones.
Epica, miedo y combates de carne cruda y charcos de sangre.
Gran trabajo el de David Rubín que venia más que entrenado para dibujar rudos heroes y combates imposibles en su obra anterior.
Color más que acertado y austero casi monocromo, rojo cárnico, sangre y noche. Diez para la tinta y el dibujo.
Barroquisimo en sus Primerísimos planos detalle. A veces casi abstractos.
Sus dobles páginas a sangre son un verdadadero espectáculo. Se escapan. Siempre supeditadas de forma positiva a la trama.
Una acertadísima edición que da prestigio al buen trabajo de sus autores. Destaco especialmente su tamaño.
En lo que se refiere a la trama, la cabeza me juega una mala pasada y me obliga a hacer comparaciones de mala educación: veo más brillante los juegos eróticos, magia y parentescos del guión de Neil Gaiman y Roger Avary en la versión animada de Robert Zemeckis en 2007.
Ninguna noche se me ocurre dejar el libro abierto por temor a que se escapen los monstruos que en él duermen.
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